Luego de una compleja etapa anterior para la soja, el nuevo horizonte para la primavera se torna favorable al haber contado con buenos rendimientos en los cultivos de zafriña, lo que posibilitará una buena dotación de semillas de calidad para una posterior campaña.
Las condiciones del suelo se prestan igualmente propicias para sostener a las próximas siembras del período 2022/2023.
Según datos compartidos recientemente por el Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio), la soja zafriña abarcó en el 2022 unas 459 mil hectáreas, es decir, 347 mil hectáreas más que en el 2021, mientras que en relación al maíz zafriña que fue sembrado un poco después, se alcanzó 1.096.000 hectáreas, o lo equivalente a unas 170 mil hectáreas de más que en el año 2020.