10 de febrero 2025
Fuente: Productiva https://www.productivacm.com/archivos/23462
Neivo Fritzem, productor de Nueva Esperanza, departamento de Canindeyú, mencionó a Productiva que la campaña agrícola en esta región, cuyo avance de cosecha se encuentra en 60 %, también presenta resultados dispares debido a las lluvias irregulares, con un rinde promedio general de 2500 kg/ha, que no permite cubrir el costo de producción. Mencionó, incluso, que hay microrregiones cuyos rendimientos no llegan a 1000 kg/ha. Agregó que muchos productores, como en su caso, no pudieron plantar en la ventana ideal de siembra por falta de precipitaciones y esas parcelas tardías fueron las más golpeadas por el estrés hídrico y la alta temperatura del mes de enero.
Nueva Esperanza se encuentra en el sur del departamento de Canindeyú y linda con el departamento de Alto Paraná. El productor explicó que en los últimos cuatro años las lluvias importantes no quieren pasar esa línea geográfica. “Muchas lluvias vienen del sur hasta ahí y se corta, la falta de lluvia o lluvias irregulares se extiende hacia Canindeyú luego a San Pedro”, acotó.
Señaló que en la región la cosecha avanza en el orden del 60 % y en su caso particular, en el orden del 20 %, ya que sembró tarde por falta de humedad. “Para que tengas una idea, yo tuve una lluvia el 14 de setiembre unos 30 mm, después de 60 días sin lluvia, y nos animamos a plantar el 20 %, lo que estamos cosechando ahora”, añadió.
Fritzem comentó que las primeras cosechas arrojaron un promedio de 2500 kg por hectárea, un rinde que no ayuda a cubrir el costo, ya que este está cerca de los 3000 kg/ha. Agregó que las parcelas que quedan por cosechar presentarán resultados inferiores y acotó que la última aplicación de fungicida ya no se hizo porque estaba muy seco el cultivo.
Explicó que si llegan las lluvias, muy pocas parcelas ya se estarían salvando, tal vez algunas que se sembraron en diciembre, y resaltó que el promedio de la región estaría en 2500 kg por hectárea, con un precio de la soja que no logra alcanzar los USD 3,50 la tonelada, lamentó.
Enfatizó que las lluvias irregulares también produjeron resultados dispares. “Hay vecinos que están cosechando muy bien, que tienen instalada todavía linda chacra, que va a cumplir su ciclo y otros como yo donde no llegaron las lluvias, la última lluvia general fue el 19 de diciembre, desde el 2 de enero ya fue muy irregular dejando muchas zonas y microrregiones afuera sin agua”, recordó y precisó que hasta ahora no llega una precipitación generalizada para cortar el ciclo de sequía.
Resaltó que los que tuvieron lluvias para iniciar la siembra en la ventana ideal pudieron lograr mejores resultados, porque también coincidieron con las mejores precipitaciones de diciembre para el desarrollo del cultivo. Mientras que las parcelas que no recibieron la humedad para plantar en la ventana ideal e iniciaron la siembra entre fines de setiembre y comienzo de octubre también fueron las más golpeadas por la falta de lluvia de enero.
“Los que ya cosecharon sacaron mejores resultados y los que están en la chacra muchas parcelas se vieron muy afectadas porque estaban expuestas en el periodo de más necesidad de lluvia que es el llenado de granos”, acotó.
En cuanto a la zafriña, dijo que el planteamiento está bastante diversificado entre soja de segunda, maíz y sorgo, por el que muchos productores optaron este año debido al incentivo de la industria alcoholera, además de cobertura, que se estaría sembrando en menor cantidad.
Señaló, por último, que en el departamento de Canindeyú existen microrregiones como Corpus Christi y otros lugares hacia la frontera con Brasil que están debajo de los 1000 kg en promedio.
Fuente: Productiva https://www.productivacm.com/archivos/23462